Anda de puntillas y aniquila saltando los charcos. Empápate en el viento molesto, enreda tu pelo queriendo, muérdete las uñas aunque no esté bien hecho.
No sueñes más, despierta. Despierta con los ojos cerrados y disfruta de una mañana, tal vez de verano. Disfruta de un chocolate caliente en invierno, de una miel que molesta en tus dedos, de una canción que susurras de vez en cuando queriendo.
Vuelve a tener miedo, vuelve a equivocarte, todos deseamos tropezar de nuevo.