Justo en el momento en el que te dejo de querer es en el que asumo haberte querido. Y todas las poesías eternas mueren, y todos los sentimientos eternos se esfuman por las rendijas de mi alma.
Justo en el momento en el que te dejo de querer asumo no ser capaz de hacerlo. Y sé entonces que el cariño permanece cuando la furia de amar termina, y también que nunca haré para ti una última poesía.