29 diciembre 2015

(No atravesé la calle, pero atravesé el huracán.
Y se está bien fuera.)

La lluvia que cae sobre el pelo seco, abriéndose paso, buscando el camino, apagando sin prisa mi alma ardiendo.

El huracán a lo lejos va dejando lo que destrozó, escombros que son cimientos, que abonan la ruta, que viven conmigo.


¡Haced brotar un alma más fuerte! ¡Haced brotar la libertad en mi!