Lo malo no es el tiempo pasando, lo malo son los
sueños congelados, el encauzamiento de la vida hacia lo establecido, el polvo
que se deposita sobre el libro de tus metas, y entonces los minutos se vuelven
vacíos, y entonces las horas pasan podridas delante de ti.
Gritando cada vez más bajito, volviéndose
consciente la rutina, andando al ritmo de los demás, y además, como todos,
sintiéndome especial.
Es un engaño que atrapa porque sale de gente que te
ama, es una facilidad y una felicidad pensar que nada puede ser más.
¿Y puede?
¿Y qué pasa si lo intentas y no puede?
Suelen estar los segundos demasiado atareados,
suelen ser los problemas relativos, las respuestas complicadas, suele ser tan
fácil ser feliz...
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