26 agosto 2016

Lo malo no es el tiempo pasando, lo malo son los sueños congelados, el encauzamiento de la vida hacia lo establecido, el polvo que se deposita sobre el libro de tus metas, y entonces los minutos se vuelven vacíos, y entonces las horas pasan podridas delante de ti.

Gritando cada vez más bajito, volviéndose consciente la rutina, andando al ritmo de los demás, y además, como todos, sintiéndome especial.

Es un engaño que atrapa porque sale de gente que te ama, es una facilidad y una felicidad pensar que nada puede ser más.

¿Y puede?

¿Y qué pasa si lo intentas y no puede?


Suelen estar los segundos demasiado atareados, suelen ser los problemas relativos, las respuestas complicadas, suele ser tan fácil ser feliz...

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