24 febrero 2010

No lo sabe

"Él no lo sabe. Estamos juntos y no lo sabe. Vivo en su alma y respiro sus segundos, pero no lo sabe. Me escondo, y él la ve a ella sólo porque yo me escondo. Y cuando gira la vista me hago grande y lleno su alma, y él llena la mía. No se da cuenta de que cada suspiro es un beso que falta, que me falta, y me río. No me conoces, me diría, y otra vez me reiría. Le conozco porque duermo acurrucada en sus brazos, y él, ingenuo, no lo sabe.

Cuando atravieso sus ojos, una de esas veces que nos vemos, doy vueltas por su cuerpo y le acaricio. Evito a medias un ronroneo, carraspeo, me ruborizo y miento. Mil veces me miento, una por cada sonrisa que imagino en sus labios, pero que no llega. Yo espero, y mientras aguardo el momento me enredo en su pelo y me río de nuevo. Me gusta el juego del cariño, con él es diferente, ni me aburro, ni me rindo, ni pierdo.

Mientras tanto no sé qué hago con el cuerpo, creo que es mi mente quien se ocupa de ello, porque el espíritu vuela libre y todo desaparece, menos él, porque él no sabe, no puede, y yo, ni siquiera lo intento. Cuando no le veo, cuando hace mucho tiempo que no le veo, como hoy, es cuando más le quiero, porque cuando le veo me frustro, le lloro, le odio. Pero cuando no está todo es sencillo, simplemente le echo de menos. Me sorprendo contando los días que quedan para la nueva inspección de su cuerpo.

De repente es él quien está dentro del mío, absorto arreglándome por dentro, es cuando más cuidado tengo, ando de puntillas y me subo hasta el techo, me siento en un columpio y moviendo las piernas le observo. Si hago algún ruido despierta anonadado en su mundo, que aun no es el mío, sin comprender qué ni cómo ha sido.

Y piensa en ella, no me gusta, pero piensa en ella. Y entonces todo se desmorona, yo sollozo y me caigo del techo, sólo para que vuelva, pero no lo hace porque está pensando en ella. Me rindo, me muero, y, entonces, siempre lo mismo: una amapola en mi pecho. Y un ruiseñor en un alcornoque que tararea Stravinsky sin quererlo. Y entonces vuelvo a la vida pensando que “en su juego nunca pierdo”.

Le vi sentado allí, así fue la primera vez, por supuesto que me acuerdo. Hará ya sus cinco años pero aun recuerdo el momento. De repente nos hablábamos un poco, y de repente mi lamento eran sus brazos y su pelo. ¿Cómo pararlo? ¿Por qué pararlo? La luna está aun arriba para recordarlo. Ella sabe que es culpable el cielo de agosto, y ahora ya no soy tormenta, sólo nube evaporada en su rostro.

Sueño, por supuesto que sueño, pero no con él porque ya le tengo. Sueño con el sabor de sus besos, sueño con la textura de cada centímetro de su piel. Y con sus dedos, con la ecuación que le impulsa a moverlos, sueño con las ondas que genera su movimiento.

Su espalda, reposa tranquila en mi alcoba, ella lo sabe todo, también le adora. ¿Cómo no va a ser consciente? Si cuando se gira le acribillo a tequieros. Y se pone recta, de repente, orgullosa de ser suya, quien lo fuera. Mientras él, erguido, se siente querido sin comprenderlo."


Me gusta cuando me siento así...


-ciencia-

17 febrero 2010

Sueño

Acabo de tener un sueño/ pesadilla que creo que tiene mucha relación con lo que opino en general de como funciona todo:

"Estaba en la cola de un edificio que estaba lleno de empresas super ricas, y había un hombre y una mujer delante mío hablando de lo injusto que era el mundo porque habían dejado a unos perros sin comer para hacer un experimento de noseque. Yo me ponía en la conversación y la mujer me explicaba (con una voz super pija, por cierto) que ella era la directora de vitaldentt, que le habían añadido una t para que la gente no se confundiera con la bazofia que hacían los de vitaldent, y me decía también que había donado mucho dinero a una ONG contra el maltrato animal.

Entonces yo entraba en el edificio y Erica me decía que si podíamos bajar a la última planta porque quería mirar el correo, que allí había un ordenador y que lo podíamos mirar. Entonces bajábamos y en las escaleras era cada vez el techo más bajo y las paredes más estrechas, hasta que llegamos a una capilla donde había un ordenador muy grande. La capilla era muy luminosa y estaba toda llena de retablos.

Había también un cura/sacerdote (no se muy bien lo que era) y un hombre vestido de traje que nos decían que nos quedáramos a rezar unos salmos con ellos. Yo les decía que por nada del mundo, que yo me iba de allí, que estaban todos locos. Pero ellos cerraban la puerta y la luz y nos decían que nos quedáramos, que no iba a pasar nada, pero nos empezaban a acosar. Erica me decía que me quedara también pero yo me ponía a gritar y me dejaban salir.

Entonces subí por una trampilla desde la que subían unas escaleras que daban a donde estaba un cura como si fuese un director de orquesta con la batuta. La catedral era grandísima y había un montón de niños cantando villancicos, también estaba toda su familia mirándoles, porque estaban muy monos vestidos de renos y disfrazados de cosas navideñas.

En las escaleras desde la trampilla hasta donde estaba el cura había un montón de símbolos en las paredes de negros que habían estado secuestrados allí durante años. Yo estaba esperando a que acabara una canción y a que se fuesen por no salir a mitad y que todo el mundo me mirara. Al final no podía más y salía corriendo.

De repente (no se como, así son los sueños supongo xD), estaba en la parada de Montbau de la línea 3 y mientras iba por los pasillos me encontraba con un chico al que yo le decía que cómo le iba la vida, que qué tal estaba. Él me decía que estaba muy bien pero que no había hecho ningún amigo. Yo le estaba diciendo que podía hacer una, pero llegaba el metro y el chico se fue corriendo para que no se le escapase.

Entonces llegué al "andén", y lo pongo entre comillas porque en realidad eran dos vías en medio de un túnel, en el que no había señalizado nada. Estaba lleno de ropa vieja y de gente moribunda y yo lo pasaba muy mal porque llevaba un sujetador en la mano que se me enganchaba todo el rato con alambres y con ropa de otra gente.

Entonces llamaba a Erica para decirle que estaba en la parada de metro y ella me decía que el cura que estaba dirigiendo al coro de niños le había intentado secuestrar y que quedábamos en la estación."

Y bueno, en estas me he despertado...y he venido en la moto todo el rato pensando en el sueño para que no se me olvidara... Si eso otro día lo comento que creo que ya hay suficiente entrada por hoy...xD

10 febrero 2010

Columpio

Hoy me da la sensación de que mi vida es un columpio. Unas veces voy hacia delante y otras hacia atrás, pero siempre sobre el mismo eje. Como un péndulo, que siempre hace lo mismo, que lo único que avanza de verdad es el tiempo.

Cuando voy hacia atrás lo veo todo monótono y repetitivo, me encojo, me escondo, me aburro. Todo me decepciona, siento como retrocedo y no intento hacer nada para evitarlo porque sé que no puedo hacer nada para evitarlo.

De repente llego a un punto en el que me siento fatal, en el que ya nada tiene sentido, en el que me siento lo peor que me puedo sentir, en el que odio a todo el mundo.

Entonces cojo fuerzas y digo "no merece la pena", me impulso diciéndome "voy a salir de esta" y voy hacia delante. "Esta vez llegaré más". Es cierto, llegó más allá que la otra vez, pero tarde o temprano vuelvo hacia atrás.

Bueno... al fin y al cabo podría ser peor, al menos los columpios son divertidos...




-ciencia-

05 febrero 2010

Annie Hall

[ Y recordé aquel viejo chiste, aquel, aquel del tipo que va al psiquiatra y le dice "doctor, mi hermano está loco, cree que es una gallina" y el doctor responde "Pues, ¿por qué no le mete en un manicomio?" Y el tipo le dice "lo haría, pero necesito los huevos".

Pues, eso más o menos es lo que pienso sobre las relaciones humanas, ¿saben? Son totalmente irracionales y locas, y absurdas... pero, supongo que continuamos manteniéndolas porque, la mayoría, necesitamos los huevos. ]



Annie Hall (Woody Allen)



-ciencia-