13 febrero 2011

Y amanecerá, el Sol nacerá por el Oriente,
la Luna huirá sigilosa, para que nadie se despierte.

Voces murmurando, de sueños, de miedos, de nadas.
Se acercan, y te acarician tiernamente,
como queriendo que las hagas tuyas.
Puedo distinguir gemidos, delitos,
y se que ahí estoy yo.

Puedo saber que son mías, y son de nadie.
Pueden recordarme y dolerme.

Volverá a salir el Sol,
y una oscura calavera como una superstición,
recordando tu melena,
tus noches, tus reproches,
recorrerá los recovecos de cada una de sus miradas.

La Luna se esconderá,
sabe que quiero amarla.

Huye de quienes nacen y rehacen.
Huye de quienes mueren.
Huye de quienes lloran.
Y que gritan.
Y se desbordan.
Huye, pero siempre vuelve.



Arte...

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