30 noviembre 2010
28 noviembre 2010
26 noviembre 2010
22 noviembre 2010
Risas ajenas
19 noviembre 2010
revolución
Revolución… que palabra tan fantástica, tan bipolar.
Revolución industrial, revolución social, revolución cultural, educativa, científica, individualista, económica… revolución francesa, revolución rusa, revolución de terciopelo, revolución de los claveles…
La misma palabra puede llevar a dos extremos totalmente diferentes. La misma palabra puede hundir o levantar.
Para hacerlo bien primero hay que perder el miedo, luego evolucionar y después, ya, si eso, re-evolucionar.
18 noviembre 2010
La rueda que es la rutina de lo constante y de lo inconstante
Y si nos paramos a pensar todo es igual. Las mismas casas, la misma gente, la misma rueda que es la rutina de lo constante y de lo inconstante. Las mismas guerras. La misma gente estática, la misma sociedad estática y continuamente en vela. Son los mismos cuerpos vagando sin alma por el transbordo de plaza Cataluña.
El mismo cuerpo sin alma que se mira en el espejo jurándose a si mismo su alma. Es el mismo cuerpo que envejece buscando soluciones a problemas que el mismo crea, a jeroglíficos y rompecabezas que le mantienen distraído mientras está sentado en la rueda, que es la rutina de lo constante y de lo inconstante. La misma rueda que no es rueda y que no gira. El mismo circulo que es un punto de una sola dimensión que es la vida.
Pero no se grita porque el grito no es constante ni es inconstante. Porque el grito no está dentro de la rueda. Porque un grito querría decir un nuevo dilema, una asimilación de lo inasimilable, un vistazo lejos del espejo de lo físico. Un grito sería una conducta agresiva a esa rueda que es la rutina. Un grito crearía una nueva dimensión irrenunciable del que grite.
Sólo un grito.
Pero ni siquiera se murmura porque no es diferente sino imposible. Lo diferente existe. Luchamos por ser diferentes, por sentirnos diferentes, distantes de lo que nos rodea. Pero aun así necesitamos estar aferrados al mundo, que sí que gira.
Lo inmaterial molesta. Lo inmaterial duele porque lo sentimos inalcanzable e imposible. Todo lo inmaterial es una carrera sin meta, es una proposición infinita sin sentido, sin principio ni final. Lo inmaterial es un campo recién nevado y virgen en el que sólo los locos pueden entrar.
06 noviembre 2010
Surrealismo subterráneo capítulo 1 (porque seguro que habrá más capítulos)
03 noviembre 2010
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Estática, contínua, como por inercia me muevo. Te busco, te encuentro, te miro, te deseo. Me ignoras, me enfado, me aburro, me quedo. Y tú sigues andando mientras yo me alejo.
Estaré aquí, esperando, creo que por mucho tiempo. Creo que esperaré hasta que tu rastro desapareza y yo, de nuevo, llore la ausencia de algo siempre ajeno.
Pero mientras mi alma cae inerte al suelo, que es cada vez que te veo, la tuya no se inmuta y, como una nube de vapor etéreo, se desvanece mi mundo vago y mudo, te pierdo.
Da igual, rien mis fuerzas. Da igual. Porque el baile de la vida siempre cambia de compás. Y de las esperanzas e ilusiones, ¿quién sabe qué será?