La muerte, a grandes rasgos, no es más que una injusticia de la vida. Y, como todas las injusticias, hay quien las acepta, hay quien las niega, hay quien las piensa y hay quien las combate. Y luego están (estamos) los que, una vez acometida, piensan (pensamos) que podrían haberla combatido...
Lo que pasa es que la muerte es una injusticia intrínseca a la naturaleza. Como cuando un león se come a una pobre gacela, o como cuando la abeja reina dedica su vida al lujo, el mando y las orgías mientras las demás trabajan para ella...
Y aquí estoy: negando, aceptando, pensando y recriminando
:(
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