07 diciembre 2010

Y de repente me doy cuenta de que no lo necesito. De que todo aquello que creía el centro de mi existencia es totalmente banal y efímero. No me refiero a algo en concreto, sino a una manera de vivir.

De hecho me molesta. No es que no tenga ganas pero me molesta, me turbia, me estresa. Siempre es lo mismo, tengo que estar esperando el fin de semana para salir de fiesta. Y no aprovecho el tiempo, no estoy conmigo.

Es demasiado radical. Paso de dormir 5 horas porque me despierto a las 6 a dormir 5 horas porque me acuesto a las 8. Y no me dejo tiempo para descansarme física y moralmente.

Supongo que es por el invierno, que es una etapa más reflexiva y personal, pero me echo de menos. Con lo que me costó llevarme bien conmigo misma, dejar de criticar y cuestionar todo lo que hacía... ahora creo que necesito una de esas reflexiones que me llevaron a dejar de hacerlo...

Conclusión: Hoy no salgo. Creo que lo necesito.

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