Somos todos unos egoístas, y es por eso que nos pasamos la vida diciendo que el resto de la gente es egoísta.
No es que sólo pensemos en nosotros, sino que sólo tenemos en cuenta a los demás lo que nosotros creemos necesario; les pedimos lo que creemos conveniente, les damos lo que creemos conveniente.
Todo tiende al bien, es cierto, pero al bien propio. Y está bien, quiero decir, no está mal, porque es así y no puede ser de otra manera. Pero ese bien, tenemos que luchar por que ese bien sea modificable, negociable.
A medida que vamos llegando a conclusiones zanjamos los temas, y nos jactamos de una moralidad y una justicia dignas de admirar... no sé, creo que de vez en cuando deberíamos desempolvar y refrescar esa moralidad, seguramente estará bastante más deformada de cómo la recordábamos
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